Banda estadounidense de pop-rock creadora de temas como “Losing my religion”, “Drive” o “Man on the Moon”, es probablemente el punto de referencia cuando el llamado post-punk fue rebautizado como rock alternativo. Fue una de las primeras bandas de los 80 que regresó el pop de guitarra al subterráneo. Los ganchos rítmicos y letras escabrosas comenzaron a darle al entonces cuarteto un aura de misterio y profundidad que los acompaña todavía.
El ascenso de la banda al estrellato fue muy paulatino. Su sonido tipo garage, pero dentro de los marcos del pop, le aseguró una sólida masa de fanáticos que poco a poco se hizo grande. De 1982 a 1987 REM grabó varios discos con el sello independiente IRS Records (subsidiaria de EMI) y tocó en todos los lugares imaginables, desde el circuito de clubes hasta verdaderos hoyos funky con apenas los requerimientos mínimos para montar un concierto.
El buen recibimiento de la crítica hacia sus discos y la creciente popularidad de la banda hicieron que REM fuera cada vez más un grupo bien establecido y con un futuro promisorio. Sin embargo, ni siquiera en sueños pensaban que lograrían un éxito dentro de los primeros 10 lugares de las listas de ventas. Fue en 1987, con el disco Document y el sencillo “The one I love”, que el mundo entero se dio por enterado de la existencia de la banda, pese a haber lanzado antes temas como “Radio Free Europe”.
A partir de entonces el camino fue hacia arriba. A paso lento pero seguro, como era ya su destino, REM se consolidó como la esperanza pop más determinante en muchos años. Tras un extenuante tour en soporte del disco Green, de 1988 (“Stand”, “Orange crush”), REM se tomó seis años sabáticos en cuanto a las giras se refería. Sin embargo, esos años fueron dedicados a crear dos de sus testamentos musicales de mayor trascendencia: Out of time, de 1991, y Automatic for the people, en 1992.
El regreso a las giras se daría en 1995, en apoyo de un verdadero disco de rock, Monster. Para entonces, REM ya era reconocido por el público y varios músicos como uno de los padrinos del entonces consolidado movimiento del rock alternativo. Los siguientes pasos fueron romper récords de salarios, pues se confirmó que la Warner Brothers les pagó más de 8 millones de dólares por renovarles el contrato a mediados de los 90.
Con el paso de los años, la banda, que comenzó como cuarteto en la Atenas de Georgia, se convirtió en trío con Michael Stipe, Peter Buck y Mike Mills. El baterista Bill Berry abandonó en plena gira europea por un problema cardiaco. Y aunque en sus inicios renegaban de los videoclips, poco a poco se abrieron a la posibilidad de filmar algunos, lo que finalmente hizo que su penetración y trascendencia aumentaran de manera considerable.
Los más recientes trabajos de REM, sólo con Buck, Mills y Stipe, no ganarían tanto favor comercial ni de ventas: New adventures in hi-fi (1996), Up (1998), Reveal (2001) y Around the Sun (2004), a pesar de éxitos puntuales en la radio y los canales de videos como “Daysleeper”, “At my most beautiful”, “Imitation of life” o “Leaving New York”.
El ascenso de la banda al estrellato fue muy paulatino. Su sonido tipo garage, pero dentro de los marcos del pop, le aseguró una sólida masa de fanáticos que poco a poco se hizo grande. De 1982 a 1987 REM grabó varios discos con el sello independiente IRS Records (subsidiaria de EMI) y tocó en todos los lugares imaginables, desde el circuito de clubes hasta verdaderos hoyos funky con apenas los requerimientos mínimos para montar un concierto.
El buen recibimiento de la crítica hacia sus discos y la creciente popularidad de la banda hicieron que REM fuera cada vez más un grupo bien establecido y con un futuro promisorio. Sin embargo, ni siquiera en sueños pensaban que lograrían un éxito dentro de los primeros 10 lugares de las listas de ventas. Fue en 1987, con el disco Document y el sencillo “The one I love”, que el mundo entero se dio por enterado de la existencia de la banda, pese a haber lanzado antes temas como “Radio Free Europe”.
A partir de entonces el camino fue hacia arriba. A paso lento pero seguro, como era ya su destino, REM se consolidó como la esperanza pop más determinante en muchos años. Tras un extenuante tour en soporte del disco Green, de 1988 (“Stand”, “Orange crush”), REM se tomó seis años sabáticos en cuanto a las giras se refería. Sin embargo, esos años fueron dedicados a crear dos de sus testamentos musicales de mayor trascendencia: Out of time, de 1991, y Automatic for the people, en 1992.
El regreso a las giras se daría en 1995, en apoyo de un verdadero disco de rock, Monster. Para entonces, REM ya era reconocido por el público y varios músicos como uno de los padrinos del entonces consolidado movimiento del rock alternativo. Los siguientes pasos fueron romper récords de salarios, pues se confirmó que la Warner Brothers les pagó más de 8 millones de dólares por renovarles el contrato a mediados de los 90.
Con el paso de los años, la banda, que comenzó como cuarteto en la Atenas de Georgia, se convirtió en trío con Michael Stipe, Peter Buck y Mike Mills. El baterista Bill Berry abandonó en plena gira europea por un problema cardiaco. Y aunque en sus inicios renegaban de los videoclips, poco a poco se abrieron a la posibilidad de filmar algunos, lo que finalmente hizo que su penetración y trascendencia aumentaran de manera considerable.
Los más recientes trabajos de REM, sólo con Buck, Mills y Stipe, no ganarían tanto favor comercial ni de ventas: New adventures in hi-fi (1996), Up (1998), Reveal (2001) y Around the Sun (2004), a pesar de éxitos puntuales en la radio y los canales de videos como “Daysleeper”, “At my most beautiful”, “Imitation of life” o “Leaving New York”.
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