En un pueblito llamadado Soja, en Japón, cuenta con un santuario dedicado a la admiraciòn de los senos de las mujeres. A partir de finales del siglo 17, los visitantes notaron que un Sauce Llorón vecino “lloraba” más de lo normal. Entonces se lo asoció rápidamente con el proceso de amamantar y las mujeres empezaron a acudir con el deseo de pedir más leche para darle el pecho a sus bebés.
La voz se corrió al punto que la visita se hizo una tradición y las japonesas comenzaron a organizar multitudinarias peregrinaciones.
A pesar de que el sauce original se murió en los 40’s, hoy en día el lugar se mantiene como un altar al que turistas y locales asisten y dejan ofrendas y amuletos con formas de pechos de todos los tamaños, los cuales son exhibidos en las paredes del santuario.
Thursday, July 7, 2011
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