Son el grupo que más discos vendió en el mundo en 1999 y una "banda de chicos" muy peculiar: llevan unidos seis años cuando estos grupos tienen una esperanza de vida de dos. Los “chicos de la calle de atrás” son la versión moderna de los New Kids on the Block. Para muchos críticos no cantan nada, pero para sus fans, AJ (Alexander James McLean), Nick Carter, Howie D (Howard Dwaine Dorough), Brian (Brian Thomas Littrell) y Kevin (Kevin Scott Richardson), son el universo.
El grupo comenzó con Howie D y A.J., que coincidían a menudo en los castings de publicidad de Orlando y se juntaron para cantar a capella. Después se les unió Nick. Luego llegó Brian, de Kentucky, quien llamó a su primo Kevin. Desde el principio, la música de los BSB fue una mezcla de pop bañado de rithim & blues y soul. El nombre lo sacaron del cartel de un almacén de las afueras de Orlando. Sin saberlo, muy pronto su futuro abandonaría la periferia para situarse en el centro del show business, rompiendo su hasta entonces objetivo de ser unos simples animadores de Dinsneyworld.
En 1993 apareció Louis Pearlman, un mánager que soltó 3 millones de dólares a cambio de que le entregaran sus vidas. Firmaron contrato con la discográfica Jive y necesitaron unos cuantos singles para darse cuenta de que Pearlman también se estaba quedando con sus fortunas. Cuando rompieron su amistad y su relación profesional, Pearlman se llevó una sexta parte del dinero generado por los BSB hasta entonces.
Su éxito comenzó en Europa, cuando los ex managers del grupo New Kids on the Block, Donna y Johny Wright, se hicieron cargo de ellos, dándoles forma de grupo dance pop con algo de hip hop. Su pasaporte de entrada en Estados Unidos fue "Quit Playing Games (With My Heart)", de su segundo álbum.
El grupo comenzó con Howie D y A.J., que coincidían a menudo en los castings de publicidad de Orlando y se juntaron para cantar a capella. Después se les unió Nick. Luego llegó Brian, de Kentucky, quien llamó a su primo Kevin. Desde el principio, la música de los BSB fue una mezcla de pop bañado de rithim & blues y soul. El nombre lo sacaron del cartel de un almacén de las afueras de Orlando. Sin saberlo, muy pronto su futuro abandonaría la periferia para situarse en el centro del show business, rompiendo su hasta entonces objetivo de ser unos simples animadores de Dinsneyworld.
En 1993 apareció Louis Pearlman, un mánager que soltó 3 millones de dólares a cambio de que le entregaran sus vidas. Firmaron contrato con la discográfica Jive y necesitaron unos cuantos singles para darse cuenta de que Pearlman también se estaba quedando con sus fortunas. Cuando rompieron su amistad y su relación profesional, Pearlman se llevó una sexta parte del dinero generado por los BSB hasta entonces.
Su éxito comenzó en Europa, cuando los ex managers del grupo New Kids on the Block, Donna y Johny Wright, se hicieron cargo de ellos, dándoles forma de grupo dance pop con algo de hip hop. Su pasaporte de entrada en Estados Unidos fue "Quit Playing Games (With My Heart)", de su segundo álbum.
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