Censurado por aparecer en su video Rock Dj, arrancándose la piel, virtualmente claro, tiene fama de ser un tipo alocado y de tener un gran ego: Robbie Williams, era un mal estudiante y se fue a hacer castings y lo cogieron para una “banda de chicos”. En los años noventa estuvo triunfando con la boyband Take That, vendiendo en Gran Bretaña más discos que los Beatles y conquistando el corazón de las adolescentes. Pero pasados cinco años se marchó, después de que los medios difundían sus escándalos y juergas, y tras una pelea con el cantante, Gary Barlow. Así pasaba su vida, entre broncas y acudiendo una temporada en una clínica desintoxicándose de las drogas.
Su primer trabajo como solista se llama “Life Thru a Lens” (1997), disco multiplatino igual que el siguiente, “I’ve Been Expecting You”, donde aparece uno de sus mayores bombazos, Millenium, una canción que suena a película de James Bond.
En 1998 gana tres trofeos de los prestigiosos premios Brit Awards: Mejor Artista Masculino, Mejor Single (Angels) y Mejor Videoclip (Millenium). El año siguiente intenta conquistar el difícil mercado estadounidense haciendo un recopilatorio de sus mejores temas.
Sus letras tienen sentido y hablan de muchas más cosas que del amor (Heaven From Here), habiendo entrado en el delicado terreno de la religión (Jesus in a Camper Van), o el de la violencia (Karma Killer), que va tan a menudo asociado a la música actual, al igual que el consumo de drogas, que Williams nunca ha escondido. Aunque ahora afirma que las toma con moderación. Otra señal de que Robert Peter Williams, que se autodefine como actor y hombre del espectáculo, está intentando madurar.
Su primer trabajo como solista se llama “Life Thru a Lens” (1997), disco multiplatino igual que el siguiente, “I’ve Been Expecting You”, donde aparece uno de sus mayores bombazos, Millenium, una canción que suena a película de James Bond.
En 1998 gana tres trofeos de los prestigiosos premios Brit Awards: Mejor Artista Masculino, Mejor Single (Angels) y Mejor Videoclip (Millenium). El año siguiente intenta conquistar el difícil mercado estadounidense haciendo un recopilatorio de sus mejores temas.
Sus letras tienen sentido y hablan de muchas más cosas que del amor (Heaven From Here), habiendo entrado en el delicado terreno de la religión (Jesus in a Camper Van), o el de la violencia (Karma Killer), que va tan a menudo asociado a la música actual, al igual que el consumo de drogas, que Williams nunca ha escondido. Aunque ahora afirma que las toma con moderación. Otra señal de que Robert Peter Williams, que se autodefine como actor y hombre del espectáculo, está intentando madurar.
No comments:
Post a Comment